domingo, 19 de enero de 2014

Graba no más

Como seres sentimentales que somos, nos aferramos a los recuerdos. Queremos tener algo que nos recuerde a alguien o a algún específico momento. Un papel, un listón, una foto o un video. Lo vemos, lo adoramos, recordamos y nos dejamos llevar por las emociones, buenas o malas, que esto conlleve.

Algunas veces nos cegamos por la estupidez del momento y nos lleva a cometer actos como grabar momentos muy íntimos y personales. Antes, coger una cámara y grabar estos momentos podía resultar insultante y humillante para aquellos llamados conservadores. Para los más osados resultaba erótico y estimulante, dando lo mejor de uno para quedar ‘bien’ ante la cámara. Todo esto se daba en un momento de exploración de la pareja. Lo cierto era que este, poco honroso, acto quedaba ahí. No uba más allá de tu videoteca personal, pero con la tecnología actual, aquella privacidad es violada por los expertos en la materia.

Cuando quedas expuesto, ¿Qué puedes hacer? Nada. Ya estas expuesto hasta el más mínimo rincón. Solo te queda tomar dicha situación con el mismo entusiasmo con la que decidiste acceder a tremendo acto. Las disculpas están de más. Todos sabemos que somos humanos que cometemos errores y más cuando estamos con la cabeza caliente. Además muchas veces una disculpa con los afectados no basta, al igual que explicar el motivo por el cual lo hiciste o conservaste dicho material. Lo correcto hubiera sido eliminar aquellos explícitos recuerdos pero como dije nos gustan los recuerdos.

No importa lo que hagas al final las personas te van a juzgar. Muchos creen que porque tienen la libertad de opinar, tienen la potestad de insultar, menospreciar y minimizar a una persona por 'x' razones alegando ser 'solo una opinión'. Los comentarios que he leido últimamente sobre Ezio resultan lamentables y más por lo superficiales y estupidos que son. No estoy a favor de él pero tampoco lo martirizo por su descabellado acto. Resulta triste vivir en un país en donde criticar a otros es el pan de cada día. Ver la espiga en el ojo ajeno s fácil. Más aun porque tener poder sobre alguien nos da satisfacción y poder absoluto para aparentemente descuartizar moralmente a dicha persona.

La verdad sobre todo esto es que, aunque muchos discrepen con esto, creo que todos tenemos un actor porno escondido, un ser que esta dispuesto a satisfacer todas las necesidades de su pareja, en todos los niveles, poses y suspiros posibles. No digas que unca lo has pensado porque esa sería una mentira que ni tu padre lo creería, porque estoy 100% seguro que él tambien lo penso en algun momento. Aunque más que actor porno cuenta el hecho que nuestro orgullo no nos permite admitir que otras personas sean mejores que uno mismo y peor aun si es respecto al sexo.


Tiempos, tamaños, diámetros, suspiros, habilidades y sobretodo buen físico; parecen ser los ingredientes clave e indispensables para satisfacer íntimamente a otra persona. Una vez oí a unas chicas hablando sobre cuanto el tamaño importa y sobre este tema existe toda un culebrón mexicano al respecto. Aun así, el factor físico parece ser más poderoso que cualquier tamaño, aquel factor es capaz de abrir las puertas a los más íntimos y recónditos momentos. Si eres guapo(a) puedes tomar fotos, grabar o pisotear a quien quieras, solo porque crees que a tu belleza no se le puede decir no, pero recuerda que la belleza no es eterna y el mundo da vueltas; y creeme cuando te digo que el karma es el manjar más delicioso que cualquier estupido videito porno.



Acerca de Giancarlo
Soy un poliedro lleno de aristas, rincones, luces y sombras...
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