Maduremos!

Madurar es ver tus fotos antiguas y empezar a creer en la evolución; es darte cuenta que no lo sabes todo en la vida, que aún falta mucho por aprender; es reconocer tus errores pasados, al margen que los corrijas o no; y sobre todo es darse cuenta de que la vida es un misterio, en vez de verse a uno mismo como un problema a resolver.

Quita tus sucias manos de mi Mozart

En la tranquilidad de mi asiento del bus, contemplo los movimientos acelerados de las calles. El carro frena y sube más gente. Como tengo la mala costumbre de siempre ver quién demonios sube al bus, hago un repaso visual de cada persona que compartirá el mismo oxigeno que yo  durante el viaje. Entre la multitud distingo un rostro familiar, pero no estoy seguro porque pasa muy rápido y se pierde entre el conglomerado de personas.

Déjame un recuerdo que me dure hasta el lunes

Me recuesto en la cama y miro aquel extraño techo. Por alguna extraña razón te sientes cómodo. Suavemente algo se mueve a mi lado. Me quedo estático y pretendo ignorar lo que sucede a mí alrededor. Una helada corriente de aire me hace tiritar y una extraña mano empieza a recorrer mi brazo. Al voltear a ver lo que sucede, soy recibido por un delicado e inesperado beso.

La escena del crimen

Gran parte de tu vida la pasas de un lado a otro. Desde pequeño sales al parque, al zoológico, al circo o a la cercana puerta de tu vecino. El fin es simple: Deseas distraerte. Matar tu tiempo libre tratando de hacer algo, sea productivo o no, para así no caer en el horrible aburrimiento. Vas de aquí para allá, sin saber lo pasará en aquellos lugares. Tu solo deseas pasarla bien, pero, a veces, la impredecible vida te tiene destinados otros planes para lo que esperabas fuera un buen día.

Sonríe mierda

Muchas personas piensan que soy una persona sobrada, creída, malhumorada, maleducada y hasta arisca por las simples expresiones de mi rostro. Algunas personas se acercan a mí con miedo, mientras que otras, más relax, me sonríen y me hablan como si de viejos amigos se trataran. Sin embargo, ignoran que debajo de esa expresión seca y seria que ellos creen ver, se esconde una persona fresh, jodida y sobretodo burlona. Muchas veces el hecho de que no sonría es por el simple hecho de ser tímido. Si, créanlo. Por más irónico que suene, aun tengo algo de timidez.

Odio la ropa formal

Una de las razones por las que decidí estudiar comunicaciones es por su informalidad a la hora de vestir. No importa lo que uses, sin llegar a extremos obviamente, desde un simple jean, un polo y unas zapatillas estarán bien. Lógicamente, esta “regla”, aplica para aquellos que están detrás de los reflectores, de caso contrario estas, de alguna forma, frito.

Tal vez aun no estoy listo

Al llegar el frió del otoño lo que haces es empezar a desempolvar las casacas, los polos manga larga y, porque no, las chalinas. Ante dicha excursión en lo profundo de tu armario, te topas con muchas cosas que ni recuerdas que tenias. Como sea, la ropa de invierno sale mientras que la de verano ocupa el lugar de la otra.