Sexfriends

Según algunos estudios locales, uno de los servicios que más se consume  en San Valentín son los cines, los cuáles se ven abarrotados de gente y más cuando hay una película de estreno sobre romance sadomasoquista como ‘50 Sombras e Grey’, la cual, aparte de entretener, resulta una buena precuela para lo que vendrá más tarde.

Estudios aparte y siendo honestos, todo lo que uno espera en San Valentín es no estar solo, tener un calor humano cerca y pasar un buen momento sin remordimientos, ataduras o cicatrices.  Es así como nacen los follamigos o ‘sexfriends’, una tendencia un poco sórdida para algunos, pero que va más allá de solo tener sexo ya que, en muchas veces, resulta un buen refugio ante la soledad cotidiana.

Para Alexa, este estilo de vida resulta beneficioso, ya que aparte de satisfacer sus necesidades primordiales, se ahorra los sentimientos negativos que trae consigo una relación monótona como los celos, el control de la pareja, discusiones superficiales, inseguridades, lágrimas, corazones rotos, etc. Todo se resume a un simple momento de felicidad plena. Una felicidad que no solo es física, sino mental y espiritual. Ella se siente libre, poderosa, satisfecha y feliz al no estar ‘atada’ a una persona que le genere más problemas que soluciones. Muchos quizás hemos pensado en practicar ese tipo estilo de vida. Me incluyo.

La vida me hizo una persona cerrada, egoísta y fría. Una vez me enamoré y sentí volar. Pensé que lo que sentía en ese momento era lo mejor que me podía haber pasado. Estaba lleno de sueños, alegrías, felicidad, tranquilidad hasta que –como dice la canción- te conocí y vi la vida con dolor. Tuvo que pasar un buen tiempo, ríos de lágrimas, así como varios momentos autodestructivos y depresivos para comprender que no te debía amar, que fui un estúpido, no por amarte sino por convertirte en la persona más importante de mi vida.

Es cierto que uno aprende de sus errores, crece, se reinventa y sigue adelante. Yo superé los  demonios de mi ex a mi modo y varios ‘sexfriends’ después, pero el resultado no me dejó como en un inicio, sino con varios desperfectos, vacíos, rincones oscuros y un tic de autosabotaje que arrastro hasta la actualidad, los cuales son reclamados por mi presente, que trata de tenerme paciencia. Paciencia que temo se agote y no sea renovable.

Alexa tiene a alguien que alumbra sus sombras del pasado y las desaparece, aunque sea por un momento. Sin embargo, en el fondo, muy adentro de nuestras tinieblas, queremos que alguien ilumine y consuma nuestros calamitosos interiores para siempre y los llene no solo de sexo sino de ese sentimiento atorrante, trolero, irrazonable y cursi llamado amor.