La vida no es una canción

En la vida tenemos expectativas, tenemos deseos, ansiamos muchas cosas, pero ¿podemos tenerlo todo? La respuesta es sencilla: No. Queremos bajar las estrellas, tocar el cielo, brillar más que el sol pero quizá no todos estamos destinados a ello. Dicen que el que no la sufre no la alcanza pero aun no sé hasta qué punto debo sufrir…


Siempre uno tiene que tener metas, ambicionar cosas para que la vida tenga un motivo y muchas veces tenemos que hacer sacrificios pero ¿cuánto se debe sacrificar para alcanzar tus metas? No lo sé. Lo único que si se es que ningún sacrificio requiere exponer tu salud, tu vida y bienestar. Cuando eso pase será mejor replantearse tus objetivos para evitar salir herido ya que no podemos tomarlo todo a la ligera.

Vivimos en un mundo superficial en donde nuestras inocentes mentes aun piensan que la princesa encuentra su príncipe y viven felices para siempre. Aunque en esta época lo correcto sería dejar de esperar al príncipe azul y dejarse comer por el lobo feroz. No todo es tan rosa y cursi como algunas canciones, por ello algunas de ellas narran la cruda realidad de la vida pero esas son las que más ignoramos porque nos resultan aburridas y no vemos que detrás de esas canciones existen advetencias para que otros no cometan el mismo error.

Vivir felices significa ignorar lo que ocurre a nuestro alrededor, en el sentido que nos creemos mejores que el resto y esa es la única verdad que importa, pero cuando se revienta esa burbuja y chocas con el suelo, dolorosamente, y probablemente cojeando, te das cuenta lo equivocado que estabas. La vida no es una canción, no es fácil; requiere esfuerzo y compromiso y no muchos están preparados para ello.

Tener miedo está bien, nos hace reales, nos hace ver que podemos sentir emociones más allá de las superficiales, que tenemos cosas por mejorar y tener más cuidado para la próxima vez. Nos hace valorar aquello que ahora no tenemos y nos cuesta tener. No todo cae del cielo, no todo lo que brilla es oro, por consecuente no seas imbecil y desahuevate de una vez....

La cruda verdad es que normalmente preferimos vivir en un mundo de fantasías porque somos personas llenas de fe. Esperamos que ese milagro ocurra, cada vez que apagamos una vela continuamos pidiendo un deseo, suspiramos y anhelamos con cada historia parecida a la nuestra, cruzamos nuestras manos y rezamos, cargamos algun amuleto... Hacemos lo posible porque la vida se acomode a nuestras expectativas pero lo que no muchos saben es que nosotros debemos acomodarnos a ella.