Se ruega no joder

Llevo días sin dormir bien, pero no porque me amanezca juergueando o haciendo otras cositas ricas de la vida, sino por mi estúpido vecino y sus amigos. Los del costado me tienen harto con su escandalosa risa y sus amanecidas cada día más ruidosas. Los estúpidos esos interrumpen mi sagrado y adorado sueño. No los soporto. Los odio por alejarme de los brazos de Morfeo, quien probablemente se asusto por escuchar tanta estupidez que hablan y por eso no viene a visitarme.


Son casi las 3 de la mañana. Es un día común y corriente de semana y al día siguiente, bueno no trabajo por ahora, aun así, tengo cosas por hacer. La noche es tan negra que no puedo ver nada salvo una linterna de luz en medio de tanta oscuridad. He estado en vela sin poder conciliar el sueño. Las risas ‘chacoteras’ no se hacen esperar. ‘He ahí la razón’ pienso.

Desde que se mudo un tipo al costado de mi casa ha sido casi imperceptible su presencia. Por ello me sorprende que ahora último haga tanto desorden a tan altas horas de la noche teniendo todo el día para hacerlo, pero no. La puñetera bulla siempre es en la noche/madrugada. Lo peor de todo es que su cuarto colinda con el mío y puedo oír hasta el más mínimo pedo que se tira. Entiendo que durante el día trabaje o estudie pero el hecho que esa sea la única hora que tiene libre no quiere decir que nos joda a todos los demás. Por ello creo que en los anuncios de clasificados se debería poner un pie de página que diga "Se ruega no joder a sus vecinos o estos terminarán asesinandolo." Lo más probable es que nadie llame por el anuncio pero eso es mejor a tener que soportar la bulla nocturna que generan esos parásitos.

Van 3 días que el tipo ese, que debe tener mi edad en promedio, se junta con otros 2 tipos más en su cuarto a jugar videojuegos. Si, ¡videojuegos! ¿A quién mierda se le ocurre jugar a esa hora del día? Creo que a los reprimidos del costado. Sus apasionantes gritos que dan cada vez que pasan un nivel son fastidiosos a esa hora de la noche. Me levanto y los miro por mi ventana. Lucen como un grupo de mocosos embelesados por ver a una mujer desnuda por primera vez. Entonces vuelve a reír y hacer bulla.

En medio de algunos improperios regreso a casa, medio zombie y amargo. Chocando con todo menos con mi sueño. En ese momento deseo tener superpoderes para hacerlos callar y que me dejen dormir esos malditos hijos de p%^@. Lo siento, pero ya no los aguanto. Ahora entiendo bien porque la ola de crimen esta tan elevada. Están alterando mis chacras y no hablo de las que tiene mi abuelo al norte de la ciudad sino de mi balance espiritual el cual tiene hambre de sueño, tranquilidad y sangre.