Miradas, toques, sonidos, piernas y más dieron inicio al encuentro. Todo estaba bien. Solo era un “choque y fuga” como se diría vulgarmente. –“Nos volveremos a ver” –dijo. –“No” –pensé. Quede en silencio un par de segundos. Sonreí para disimular y mientras mi mente a grandes velocidades pensaba en que responder. No quería ser descortés, y lo digo sin ironías, por ello sutilmente desmonte miles de pretextos sobre mi, ya ocupada, vida. Me miro, te mire. Nos despedimos y cada quien siguió su camino.
Días después, el teléfono suena, veo un número que no conozco. Dudo pero termino contestando. Eras tú. Conversamos un rato pero como estaba ocupado tuve que despedirme rápidamente. La llamada fue extraña. Un escalofrió recorrió mi cuerpo así que tire el celular por algún rincón de mi habitación.
Las llamadas continuaron. Las primeras las conteste porque, por mas irónico que suene, soy educado. El teléfono sonaba a todas horas. Mañanas, tardes, noches. “Mierda, deja de llamarme” pensaba mientras el teléfono sonaba. Parecía que no había sido claro que lo que sucedió fue una oferta de un día y no se iba a volver a repetir.
La situación se volvía difícil cada vez. Me ponía a practicar diálogos en mi cabeza en donde te decía. “Entiende, esto no es amor y ni siquiera está cerca de serlo. Entiende! Deja de llamarme. Borra mi número, que ya no puedo ni ir al baño tranquilo sin que suene el teléfono. Y sobre todo, deja de pensar que somos algo que no somos. Nos divertimos una vez pero ahí quedo.” El problema era que no sabía cómo decirlo para no hacerlo sonar tan poco elegante y sin tacto.
No podía creer que esto me volviera a pasar. Si, lo admito, no es la primera vez. Sabiendo eso y más, fui estúpido y lo volví a hacer. Aun así, La primera vez que me paso esto recuerdo que me presentantes a algunos de tus amigos y les decía que yo era el indicado, al que no podías dejar ir, pero me las arregle para escaparme como agua en mano. Pese a ello mi teléfono sufrió las consecuencias con el bombardeo de llamadas que conllevo mi acción. Si hubiera sido el (teléfono), me hubiera suicidado.
Lamento el haberte dado la mala impresión de que sucedía o iba a suceder algo más pero yo solo buscaba un ligue y parece que no fui claro al comienzo o viste algo más en mí que desconozco. Así que deja de tratar de entrar en mi vida, en mi mente y en mis pantalones porque en serio cariño, no va a suceder jamás.
0 comentarios :
Publicar un comentario