Hace un buen tiempo que dejé de escribir, de expulsar mis demonios internos, de hacer catarsis, de llorar en público y desnudar mi alma. Hace un buen tiempo que perdí el interés de escribir, me desorienté del camino, me invadió la flojera y se me nubló la mente. Hace un buen tiempo que sigo perdido, angustiado, aterrado, deprimido y con más demonios acumulados que rebosan mi ya pesada mochila de problemas.